¿Qué clase de decisor eres?

Me podrían catalogar como algo desconfiada… sé que algunos de mis amigos dirán: ¡Noooo, qué va!

Deben comprender que soy del tipo de decisor prudente y conservador, sin llegar a ser una desconfiada crónica. Considero que hay que tomar el tiempo para identificar el problema, buscar   información, analizarla, evaluar las alternativas, tomar la decisión e implementarla.

Otros estilos de decisores incluyen los arriesgados, que con mínimo de análisis toman sus decisiones y les gusta tomar riesgos.

Incluso algunos otros decisores suelen ser neutros.

Hay muchas variables que influencian el estilo de decisor que somos. ¿Habías pensado en eso?

La intuición, el temperamento, la edad, la profesión, la experiencia, el nivel socioeconómico y la cultura, son tan sólo algunos de los factores que afectan nuestras decisiones.

Independiente del estilo del decisor, no hay que olvidar que   la única forma de saber si una decisión fue acertada, es cuando ésta entra en contacto con el mundo real. Algunas decisiones permitirán su ajuste o ser cambiadas en el curso de su implementación, otras no. ¡A lo hecho, pecho!

No hay que olvidar que cuando no se toma una decisión, esa también es una decisión.

Los impactos de una decisión, sean o no sean los esperados, se convierten en información relevante que retroalimenta futuros procesos de decisión pues aportan conocimiento y experiencia.

La pregunta lógica, sería: ¿Hay un estilo ideal de decisor? No quiero entrar a escoger uno, pues como seres humanos que somos, podemos a lo largo de la vida, pasar de un estilo a otro, o ser una mezcla de todos los estilos, todo depende del momento y de las circunstancias.

Me atrevería a decir que en las organizaciones, el estilo de decisor más adecuado es el colaborativo, pues involucra a su equipo:  discuten en conjunto, analizan, se retroalimentan, se asesoran de las personas especializadas en el tema y se suele tener en cuenta a las personas que saldrán afectadas con la decisión.

El decisor colaborativo delega decisiones a algunas personas e incluso a áreas enteras de la organización, las cuales reciben el poder para tomar esas decisiones. No obstante, el decisor permanece con la potestad de tomar la decisión final. Este punto tiene que estar claro.

Si estás en un cargo directivo, ojalá seas de los que comparte conmigo que a la gente más que pagarle para trabajar, se les debe pagar para pensar. Un proceso de toma de decisión en una empresa debe aprovechar al máximo el talento de sus empleados.

 El rol acertado de un decisor en un negocio debe involucrar una serie de decisiones que deben ser tomadas a tiempo: Qué debe hacerse, quién lo debe hacer, cuándo, dónde y porqué. Y para concluir, ciertos problemas o situaciones requieren que el decisor tome la decisión rápidamente, otras veces no.  ¡Todo un desafío!

Social Media Auto Publish Powered By : XYZScripts.com